El Inusual Secreto sobre Oracion Niño Del Remedio al descubierto

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Se sospecha que la imagen pudo desaparecer, como otras muchas obras de arte, en el enorme incendio del Alcázar Real, acaecido en 1734. Perdida la imagen y fallecido Fray Pedro, el estado de la ermita y el número de peregrinos se resintieron gravemente.

Suerte y gracias por el enorme trabajo y detalles sobre la figura del niño del remedio. “Nuevo Planeta”, 7/II/1900El oratorio se halla decorado con el mejor gusto, y el altar en que se encuentra el Niño lo alumbran varias candelas rizadas, obsequio de los fieles. La túnica de la imagen es de seda, con bordados en oro, y confeccionada por la hija del Sr.

La Imagen Del Niño A Lo Largo De La Guerra De Los 30 Años

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Es muy prodigioso, rezarle, tiene una oración muy especial,hacer la novena, por supuesto ir a verle y les garantizo q os ayudara en algún inconveniente o penas q tengáis. Siendo parcialmente reciente –de finales del siglo XIX–, la devoción se popularizó rápidamente por todo Madrid. El origen es una talla del Niño Jesús que una familia guardaba en la trastienda de su negocio, un taller de encuadernación ubicado en la Costanilla de los Ángeles. Vecinos y peatones acudían de manera regular a rezar frente a la imagen que, con el paso de los años y tras peregrinar por diferentes santuarios, terminó en su emplazamiento actual, el solar de un viejo hospital de jubilados del siglo XV. Don Pedro, su familia y el capellán de una iglesia cercana, Santa Catalina de los Donados (capilla donde hoy está expuesta al público la imagen del Santo Niño); piensan en ponerle un a la talla, pues aún no lo tenía.

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Todos y cada uno de los día 13 de cada mes frente a la puerta del oratorio una larga cola de fieles aguardan su turno para besar la imagen. Por las tertulias y los mercados del centro de La capital española circulaban las varias gracias recibidas y la devoción al Niño del Remedio se extendió imparable. Desde el momento en que se abría el taller hasta que se cerraba era continuo el trasiego de personas de todo tipo y condición popular que ingresaban a postrarse a sus pies y daban vida a un culto que cada día era más popular. Ante el desconcierto de la familia, como atraídos por la fuerza de un imán, cruzaban la puerta del taller, con idéntica intención, humildes trabajadores y damas de alcurnia que se apeaban de turismos conducidos por lacayos. Un buen día, a la una y media de la tarde, la propia reina Regente, María Cristina de Austria, se apeó de su turismo, traspasó la puerta y, con suma devoción, se aproximó a la reverenciada imagen para, así como confesó a D.

En la Costanilla de los Angeles se ven todos y cada uno de los días turismos de lujo que forman cola enfrente de los talleres de Marazuela. Del efecto causado en las mujeres por el Niño del Remedio, da precisa iniciativa el hecho de que nuestro amigo Compañy hace cientos de retratos de la imagen, por cuenta del encuadernador, á quien se los adquieren los devotos. Auditor de la Rota, y en la actualidad son muchos los votos que hacen al niño, del cual se dice que ha salvado á varios enfermos encomendados á él. Un sencillo encuadernador de la Costanilla de los Ángeles, llamado Pedro Marazuela, posee un niño de Dios, en talla artistica, al que atribuyen la gente que le conocen méritos extraordinarios. Desde ese momento recibe culto en esta Iglesia transformada en su Oratorio, lugar que, como otrora el taller de D. Pedro Martín, sigue siendo frecuentado por personas de toda clase popular que, con un incesante entrar y salir, mantienen viva su devoción mediante los años y de las vicisitudes de la historia.

Dicen que si sales en su busca antes que se realice de día, es tal y como si desconfiaras de quien ha “echado” la oración. Petr Prachner fue el escultor solicitado de colocar las estatuas de la Virgen María y San José que están a los laterales del Niño Jesús, aparte de poner la escultura alegórica de Dios Padre en la parte superior. En dicha imagen hace aparición un adulto mayor mandando a su hijo al planeta y una paloma sobrevolando como alegoría del Espíritu Beato.

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Pedro Martín Mazarruela la llevó a su casa donde la instaló en la trastienda de un taller de imprenta que poseía en la Costanilla de los Ángeles nº4, calle muy en el centro de La capital de españa. Fue, sin duda, el pueblo de La capital española quien «elevó a los altares» esta imagen del Santo Niño del Remedio.

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