Impresionante Hechos sobre Oracion Al Espíritu Santo contado por un experto
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oracion al espíritu santo
te amo y te ofrezco mi ser para que lo bendigas. Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. Todos los años más de 800 obispos de todo el mundo piden ayudas al estudio para sus aspirantes, que precisan de personas desprendidas que les asistan a completar su formación eclesiástica.
Espíritu que ora desde nuestro interior, enséñanos a asistir al Padre con la confianza de un hijo, y auméntanos la amistad con Jesús, nuestro hermano. Espíritu del testimonio, danos valentía, para ser presentes de Jesús resucitado, sin cobardías, y para dar razón de nuestra fe, con nuestras buenas obras y expresiones. Solicitemos al Señor que su Espíritu intensifique su Presencia y acción en y en toda la Iglesia, y nos llene de sus dones.
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El Espíritu es fiel testigo de la Trinidad, el notario que atestigua que somos hijos de Dios Padre. “Todos y cada uno de los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios” . “Si sois conducidos por el Espíritu, no estáis bajo la ley” . “Ya que a nosotros nos desplaza el Espíritu a esperar por la fe los recursos esperados por la justicia. Pues en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión tienen valor, sino solamente la fe que actúa por la caridad” (Ga 5, 5-6). ¡Oh Dios, que con la ilustración del Espíritu Santurrón has enseñado a las almas de los leales, concédenos el sentir rectamente según el mismo Espíritu Santo y disfrutar siempre y en todo momento de su consuelo! Que hagan sacrificio, que se arrepientan, que Dios Padre los está aguardando a todos con los brazos libres, hija mía.
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¿Qué significa la oración en la Biblia?
La oración es la comunicación reverente con Dios durante la cual la persona da gracias y pide bendiciones. La oración se dirige a Nuestro Padre Celestial en el nombre de Jesucristo y puede hacerse en voz alta y en silencio. Los pensamientos también pueden ser una oración si se dirigen a Dios.
«Dios es Amor» y “El cariño de Dios ha sido vertido en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fué dado” . Asiste propicio a la Iglesia Católica, y robustécela y dale solidez con tu soberana virtud contra las acometidas de los enemigos; renueva con tu caridad y felicidad el espíritu de tus siervos, a fin de que en Ti glorifiquen al Padre y a su Unigénito Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Que venga el Espíritu Santo sobre nosotros y rija vuestras vidas y guíe nuestros pasos y sea vuestro Consolador en vuestras penas y aflicciones. Pedid al Padre, hijos míos, que les mande la luz con el Espíritu Beato, para poder ser apóstoles de los últimos tiempos. Da luz a mi intelecto, para contemplar la sublimidad del secreto de la caridad, de un Dios hecho niño; da fuego a mi voluntad a fin de que logre dar calor con a quien tiembla por mí en la paja. La personalidad (y por consiguiente la “persona”) del Espíritu Santurrón ha sido negada por ciertos grupos a lo largo de la narración de la iglesia.
La devoción al Espíritu Beato es de las más excelsas y hermosas entre todas las que puede practicar el católico. ha de alumbrarnos, vivificarnos, guiarnos, fortalecernos, abrasarnos con el fuego del amor divino. pidió a los Apóstoles que se prepararan en oración para la venida del Espíritu Santo.
Desde CARF queremos respaldar todas las peticiones y necesitamos tu asistencia. Empieza diez días antes de esa celebración, es decir, el día de la Ascensión de Jesús a los cielos.
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- Nuestra fe ya no es estéril y también inactiva y también inspira un método de vida que da elocuente testimonio de la fe que hay en nosotros.
- El don de Consejo dota al alma de prudencia sobrehumano, permitiéndole evaluar con prontitud y adecuadamente qué debe hacer, singularmente en situaciones difíciles.
- El Espíritu, que se expresa en los diferentes oficios de la iglesia, funda de todas formas la autoridad de los oficios eclesiásticos.
Por último, que con el Don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración a los mandamientos divinos, cuidando con creciente delicadez de no quebrantarlos lo más mínimo. Que, con el Don de Piedad, os ame como a Padre, os sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo. Que, con el Don de Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme. Que acierte con el Don de Entendimiento, a conocer con fe viva la trascendencia y hermosura de la verdad cristiana.