Lo que la mayoría de las personas diciendo acerca de Oracion Señor Mio Jesucristo
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oracion señor mio jesucristo
Es rememorar con amor y agradecimiento lo bastante que Jesús sufrió por socorrer del pecado. Te animarás a cargar con las cruces de cada día, si recuerdas con frecuencia las estaciones o pasos de Jesús hasta su muerte en la Cruz. María, Madre de gracia, Madre de clemencia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos en este momento y en la hora de nuestra muerte. Dios te salve, María; llena eres de felicidad; el Señor es contigo; bendita eres entre todas y cada una de las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, suplica por nosotros pecadores, en este momento y en la hora de nuestra muerte. Danos el día de hoy nuestro pan de cada día; excusa nuestras ofensas, como asimismo perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
ES LUNES y en esta nueva semana DIOS va a cuidar de ti, también de tus seres queridos y te va a sorprender con una maravillosa bendición.
Responde AMÉN si confías en los planes y los tiempos perfectos del Señor.
— Oración Milagrosa (@oracion_milagro) January 18, 2021
En las cassettes grabadas al lado del humero, aguardando poder conseguir algún romance o canción popular, hallábamos algo más en la vida de estos hombres; un deseo de manifestar su existencia y ofrecer contestación, a su forma, del porqué de su historia, nos envolvía sin comprender cómo ni por qué razón. Te agradezco por siempre tus favores recibidos, opupa mi alma para el bien del resto en este mundo.
Señor Mio, Jesucristo,
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Quiero, Mi madre, vivir íntimamente unido a tu Corazón que está totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo. Átame a tu Corazón y al Corazón de Jesús con tus virtudes y dolores. María, cuántas fueron sus privaciones a lo largo de tan largo viaje.
Oración Ven A Mí Para Atraer A Una Persona
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A Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Espero, Señor, que en tanto que te das todo a mí, en la Eucaristía, vas a tener clemencia de mí y me otorgarás las gracias primordiales para mi salvación eterna. Oh José, que te entregaste al servicio de Jesús y de María, y les fuiste leal hasta la desaparición, haz que sea espléndido en su servicio, enséñame a tratar con cariño a Jesús y a recibirle en la Comunión con un corazón puro. Suba, Señor, a tu presencia, como incienso mi oración; sea la elevación de mis manos como el sacrificio vespertino. Coloca, Señor, guarda a mi boca y puerta fortificada a mis labios, para que mi corazón no se incline a palabras maliciosas, hasta buscar pretextos en el pecar. Ven, Santificador todopoderoso, eterno Dios y bendice este Sacrificio, listo a honra de tu beato Nombre. Oh Lamentable y también Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma con tu protección maternal a fin de que siendo siempre y en todo momento leal a la voz de Jesús, responda a Su amor y obedezca Su divina voluntad.
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Juan Antonio Rodríguez Bernal. 75 años, Miranda de Avilés. Procede de Fuentes de Béjar . El «Padrenuestro pequeñino» se recitaba al empezar la clase, por maestros y alumnos, con ciertas frases más de esta clase.
Un individuo que te sepa respetarte y te ame como Dios manda. al comer piense en mi, al pisar que piense en mi, en todos y cada uno de los instantes de su vida piense en mi YJDC…. Sacratísimo Corazón de Jesús, oíd benigno las súplicas de María, llena de gracia, y de José, varón justo, a fin de que por su intercesión logremos el favor solicitado, si debe ser a más grande honra y gloria vuestra y bien de nuestras ánimas.
Al mismo tiempo le pedimos que nos asista a comprender el mal que hemos cometido y nos lleve a un auténtico arrepentimiento. Al unir nuestros dolores a los de María, como unió Sus dolores a los de su Hijo, participamos en la redención de nuestros errores y los del mundo entero. Pésame Dios santo y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Os dejamos aquí las oraciones y el artículo, que se va a ir cambiando cada día. Para ayudaros en la oración día tras día, os recomendamos una reflexión para cada día. La idea es iniciar el rato de oración con la “Oración inicial”, luego leer con atención el artículo del día, hablar con Dios y con María, y finalmente rezar la “Oración final”.