Lo que No Sabes sobre Oracion San Benito

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Con la reforma de las órdenes regulares decretada en 1493, los monasterios gallegos pasaron a depender de la Congregación de San Benito de Valladolid. Transcurrido un tiempo, se van creando también otras órdenes religiosas que, si bien tienen sus características particulares, prosiguen como modelo básico de vida monástica el dictado por la Regla de San Benito. Se muestran de esta forma los camaldulenses, los cartujos, los agustinos, los trinitarios, los franciscanos, los dominicos, los carmelitas, los mercedarios, los jerónimos, etc. Mandó a unos frailes que fueran a buscar sus restos fatales y fue enterrada en Monte Cassino. 40 días después, en el mes de marzo del año 547, moría también Benito y los frailes le dieron sepultura al lado de su hermana. Hospitalidad //// Como prueba de su espíritu hospitalario, se cuenta que, estando la vecina localidad de Cassino devastada por el apetito, Benito mandó repartir entre los pobres todos los víveres que había en el convento y tan solo dejó cinco piezas de pan.

• 1 Si algún hermano se atreve, sin orden del abad, a tomar contacto de cualquier modo con un hermano excomulgado, a charlar con él o a enviarle un mensaje, 2 incurra en exactamente la misma pena de la excomunión.
• 12 A la primera señal para la Hora de Nona, deje cada uno de ellos su trabajo, y estén listos para en el momento en que toquen la segunda señal.

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San Benito

8 Deseamos que esta Regla se lea muchas veces en red social, para que ninguno de los hermanos alegue ignorancia. 1 A la puerta del monasterio póngase a un adulto mayor discreto, que sepa recibir recados y transmitirlos, y cuya madurez no le permita estar ocioso. 22 Pero piense el abad que ha de hablar a Dios de todas sus decisiones, no sea que alguna llama de envidia o de celos abrase su alma.

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4 No realice nada sin orden del abad, 5 sino cumpla todo cuanto se le mande. 7 Si quizás algún hermano solicita algo sin razón, no lo entristezca con su desprecio, sino niéguele razonablemente y con humildad lo que aquél solicita indebidamente. Cuando duerman, no tengan a su lado los cuchillos, no vaya a ser que se hieran a lo largo del sueño. 6 Estén de esta manera los frailes siempre y en todo momento preparados, y en el momento en que se dé la señal, levántense sin tardanza y apresúrense a anticiparse unos a otros para la Obra de Dios, aunque con toda gravedad y modestia.

4 De la misma manera, los que han salido de viaje, no dejen pasar las horas establecidas, sino más bien récenlas por su cuenta como puedan, y no descuiden abonar la prestación de su servicio. diez De este modo, ya que, todas las cosas hay que hacerlas con la aprobación del abad. 21 Y no se comunique un hermano con otro en las horas indebidas.

21 Y si tras esto, no vive en la comunidad quieto y obediente, expúlsenlo asimismo del monasterio. 11 En consecuencia, a fin de que se guarde la paz y la caridad, vimos que es conveniente confiar al juicio del abad la organización del monasterio. 1 Pasa de forma frecuente que con motivo de la ordenación del prior, se originan graves escándalos en los monasterios. 2 De hecho, ciertos, hinchados por el malvado espíritu de soberbia, se imaginan que son segundos abades, y atribuyéndose un poder absoluto, promueven escándalos y ocasionan disensiones en las comunidades. 1 Cuando hay que organizar un abad, téngase siempre como regla que se debe de detallar a aquel a quien toda la red social, dirigida por el temor de Dios, esté en concordancia en seleccionar, o al que escoja sólo una parte de la comunidad, aunque pequeña, pero con más sano método. 11 Si el abad viere que lo merece, va a poder también colocarlo en un puesto algo más elevado.

6 Pero no se atreva a entonar cánticos, ni a leer o recitar cosa alguna en el oratorio, si el abad no se lo manda de nuevo. 1 En el momento en que se acaba en el oratorio la Obra de Dios, aquel que por culpas graves ha sido excomulgado del oratorio y de la mesa, se postrará junto a la puerta del oratorio sin decir nada, 2 sino que solamente continuará rostro en tierra, echado a los pies de todos y cada uno de los que salen del oratorio. 18 Nadie se atreva a tomar algo de comida o bebida ni antes ni tras la hora establecida. 19 Pero si el superior le ofrece algo a alguien, y este lo rechaza, cuando lo quiera, no reciba lo que antes rehusó, ni nada, completamente nada, antes de la enmienda correspondiente.

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7 Pero para , perezosos, licenciosos y negligentes, son motivo de vergüenza y confusión. 1 Tal como hay un mal celo de amargura que divide de Dios y lleva al infierno, 2 hay también un celo bueno que separa de los vicios y lleva a Dios y a la vida eterna.

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