preguntas sobre Monasterio De Huerta
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monasterio de huerta
Sus cúpulas estrelladas no necesitan de ninguna columna y descargan su fuerza de forma directa en los muros laterales. Tiene planta cuadrado y luce por su amplitud y luminosidad, que tiene merced a los varios ventanales abiertos en sus muros. Se accede a tras atravesar una puerta con tres arquivoltas apuntadas y decoradas con dientes de sierra. Hasta hace unos años, en el claustro se mantiene una imagen gótica y policromada de la Virgen con el Niño. En algunos puntos del claustro podemos ver elementos escultóricos que se fueron encontrando a lo largo de los últimos tiempos, como capiteles o canecillos. Las arquivoltas descansan en seis pares de columnas, que tienen sus capiteles cincelados con motivos vegetales.
- Pero en el siglo XVIII, comenzaron ciertas crisis que lo afectaron dificultosamente y las desamortizaciones del siglo XIX terminaron con la red social.
- La Sala Capitular está muy modificada pero guarda la entrada y los ventanales laterales si bien ambos cegados.
- Santa María de Huerta es conocida por el monasterio cisterciense que da nombre a la ciudad.
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Monasterio Cisterciense Del Siglo Xii
Por encima de este primer piso brotan columnas truncadas que soportan los nervios de las extraordinarias cúpulas sexpartitas que cubren el cielo de la construcción. Estas cúpulas, de nuevo vinculan directa o de forma indirecta Huerta con Cuenca y Sigüenza. Al refectorio se accede por una bonita puerta de arquivoltas apuntadas con zigzagueado desde la panda oeste del claustro. Encima de esta puerta y aparente desde el interior del refectorio se abrió un bello rosetón circular con 12 columnillas radiales cobijado en el seno de un arco de medio punto sobre columnillas. Hablamos de un magnífico espacio románico rectangular dividida en dos naves por una fila de enormes columnas exentas centrales del que parten los nervios de las cúpulas que también aguantan mensulones de los muros. Los ventanales de este refectorio son fáciles y muy abocinados, con perfil de medio punto. Tanto las bóvedas como las propias de columnas dan a la sala una sensación de reciedumbre y hermosura difícil de argumentar.
El refectorio tiene una planta rectangular y está dividido en dos naves por una fila de columnas. Este espacio se cubre por una bóveda de crucería y recibe iluminación del claustro renacentista a través de unos vanos de medio punto abocinados. La entrada se realiza a través una puerta en el pando norte del claustro gótico.
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Se considera original y está sostenido por ménsulas de rollos como los canecillos de la iglesia. Al este del claustro herreriano estamos con la cilla o almacén del monasterio. Es una estancia cuadrado románica que fué modificada en bastantes puntos. Por poner un ejemplo, el suelo está recrecido con respeto al original y el largo de la estancia fue reducido para hacer llegar a través de un pasillo los dos claustros. Una vez entramos al grupo monástico por la puerta antes citada de la Hospedería, el primer lugar al aire libre que encontramos es el cuadrado perfecto del claustro herreriano, construido desde 1583.
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Los orígenes del monasterio se rastrean en torno al año 1151 con la llegada de Francia de un pequeño conjunto de frailes dispuestos a efectuar una de sus fundaciones en un punto próximo al pueblo de Fuentelmonge. Aparentemente, el lugar elegido en un primer instante no reunía las condiciones esperadas y es entonces en el momento en que deciden recoger los bártulos y mover su localización al lugar de hoy, una granja que habían comprado en la vega fértil del curso prominente del río Jalón.
A la derecha de la portalada todavía podemos consultar el trazado apuntado de una bóveda. Declarado Monumento Nacional en 1882, en el interior de sus muros, en un mundo extraño a las prisas y estruendos de hoy, el monasterio ofrece al visitante, una gama de estilos, pero siempre y en todo momento con el halo de la facilidad y pureza de líneas del estilo cisterciense. El Monasterio fue fundado a finales del siglo XII, poco tras laconquista de Cuenca por el rey Alfonso VIIIde Castilla. De hecho fue éste quien para dar merced a Dios propició la llegada de los monjes cistercienses donándoles tierras, recursos y privilegios a fin de que en este sitio se estableciesen.
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La escalera se abre al refectorio a través de diez arcos, apoyados en columnas octogonales y con sus capiteles de tipo vegetal. En esta galería estaba la antigua sala capitular, que en el siglo XVIII se destruyó parar ampliar la sacristía. Todavía se conservan, más allá de que cegadas, sus ventanas y la puerta de ingreso. Estas están decoradas con arcos ciegos, dientes de sierra y baquetón. Todavía se conserva una parte de la policromía con la que fueron decoradas en el siglo XVI. Los orígenes del monasterio los podemos encontrar hacia el año 1150, en el momento en que unos monjes del monasterio francés de Berdous se instalaron en la villa de Cántavos, en la actualidad dejada.